jueves, 6 de octubre de 2011

JUEGOS LITERARIOS REUNIDOS

Introducción

Presentamos a continuación un amplio abanico de propuestas didácticas que tienen como base la creación literaria. No se trata de actividades de animación a la lectura a partir de libros concretos, sino de meras provocaciones para despertar el gusanillo de la escritura, para hacer sentir a los niños y jóvenes que son capaces –¡y naturalmente que lo son!– de crear sus propios textos. Sólo hace falta que a su lado exista un maestro, un bibliotecario o un padre dispuesto a valorar su esfuerzo y a disfrutar compartiendo con ellos la magia de la palabra escrita, aunque la pluma la hayan movido Paquito, Jordi, María, Aitor, Brais o Nekane, en vez de Gala, Reverte o Almudena Grandes.

Instrucciones y advertencias para evitar frustraciones

Lanzaremos unas cuantas cargas de profundidad para navegantes avispados. El que no las tenga en cuenta que se atenga a las consecuencias porque sin duda cosechará un rotundo e hiriente fracaso. ¡Y póngase después a lograr adictos a la causa lectora!

  • No leer nunca una creación literaria sólo con afán corrector.
  • Hay que descubrir y valorar al ser humano que se esconde tras ella.
  • Nunca debemos tachar, poner o quitar nada en un cuento sin el «permiso» de su autor. Se trata de hacerle ver su fallo con delicadeza. De lo contrario, estropearíamos su obra de arte. Las correcciones deben hacerse con otro tipo de escritura distinto o verbalmente.
  • Cuando escribe libremente, el niño se enfrenta con sus problemas, los comparte con nosotros, los recrea, y se atreve a reconocer que el mundo que le rodea también es conflictivo. Narra y luego él mismo trata de hallar una salida, un desenlace y, de no encontrarlo, crea fórmulas imaginativas y mágicas que le ayudan a trascender el conflicto y a sobrevolar el gran o pequeño drama que le agobia.
  • Para el niño crear una historia que brote espontáneamente de su interior es una motivación definitiva y en muchos casos una catarsis.
  • Dejemos que sus ilustraciones sean libres y totalmente creativas. No es el momento de exigir la perfección que marcan los cánones escolares para el dibujo.

El proceso creativo

Un aspecto fundamental para favorecer la creación literaria es tener claro que el mediador no es quien tiene la habilidad de motivar al chaval. Simplemente ha de ser capaz de despertar las motivaciones personales del aprendiz de escritor, tocar sus fibras íntimas para ofrecerle aquellos temas o planteamientos que a él, individualmente, le resulten sugerentes. Si hay sequía de ideas, se debe sugerir que cada uno piense, diga o escriba el título de un posible cuento. Cada niño escoge un título y escribe un fragmento o todo.

Siempre es interesante tener a mano un casete para grabar sonidos, voces, sonidos de animales... porque la audición de estos efectos especiales caseros sitúa al niño en otros ambientes y puede motivarle a la creación. Utilísimos son también los ficheros cuentista que habremos ido construyendo poco a poco con los niños. Se trata de distintos ficheros relacionados con los cuentos: de personajes, sentimientos, lugares, conjuros, poderes mágicos, alegrías, tristezas, finales y comienzos.

  1. Arranque

Partamos de la creación de un ambiente acogedor, distendido, cálido en el que los niños estén a gusto porque no se sienten dentro de la dinámica escolar habitual. Son importantes las primeras frases porque en ellas nos jugamos gran parte del éxito del proceso. Podríamos comenzar, por ejemplo, así:

¿Os apetece escribir un cuento entre todos? Os voy a contar un secreto: yo tengo un conjuro, una fórmula mágica, que me da suerte para inventar cosas bonitas: «Sal y pimienta, sandía y melón, que salga de mi boca una frase cañón».

¡Mirad, mirad! ¡Ya está aquí la frase bonita! (se saca de detrás de la pizarra una frase escrita en letras grandes en cartulina):
«Una noche oscura una niña llamada Luz se asomó a un pozo y...»

Repetimos todos el conjuro, pero cada uno en voz baja, sin que le oigan los demás, y después escribirán su «frase cañón» que se leerá luego. Alguno la escribirá en la pizarra. Tras corregir (con tacto) la ortografía, el niño copia las que le gustan.

  1. Estirando el nudo hasta el infinito

Iremos prolongando el cuento dejando al final de cada frase una «y...» seguida de puntos suspensivos como propuesta seductora a la continuación.

Os voy a contar un truco para escribir un cuento. Se trata de contestar a tres preguntas: ¿Cómo empieza? ¿Qué pasa y a quién? ¿Cómo termina todo? (Dividir la pizarra en tres partes, escribiendo una pregunta en cada hueco.)

  1. Final espectacular

Pronunciamos el conjuro otra vez, pero esta vez al revés para que nos salga la frase final. Leemos el cuento entero y los niños se encargan de ilustrarlo. Luego se pasará a papel y se sacará una copia para cada niño.

Cuentojuegos

  1. El cuento invisible

Voy a escribir un cuento invisible en la pizarra. Fijaos en lo que escribo y completad las frases respetando las palabras clave que veáis.

Se escribe en la pizarra un cuento al que le faltan palabras, frases enteras... para que los niños lo completen a su gusto. (No importa que se equivoquen, que se líen con problemas de concordancia, de plurales, de verbos, de puntuación... Si se confunden, tratarán de resolver y avanzarán.)

  1. El cuento-pego

Se divide la clase en grupos de trabajo. Cada grupo escribirá en trozos de papel:

6 niños un nombre
6 niños una cualidad
6 niños una acción
6 niños un lugar

Cada grupo escoge un papel de cada tipo e inventa frases. Posteriormente se pondrán en común y entre todos irán fabricando una historia.

  1. Cuento sobre

El sobre servirá de portada, se pondrá en él el título, un dibujo, los nombres de los autores... Dentro habrá cuartillas que contienen cinco frases (una en cada papel). Ante los niños se introduce en cada sobre sus frases. Después, sin que lo vean, se sacan y se mezclan las cuartillas, devolviendo a cada niño su sobre con «su cuento». Surgen absurdos, chistes, coincidencias... Reescribir el título, realizar los dibujos, etc.

  1. Cuento disco

Se sugiere a los niños que vayan pensando en personajes, situaciones y aventuras para crear entre todos un cuento. Mientras ellos realizan esta actividad el animador, delante de los niños recorta un disco de cartulina en el que dibuja círculos concéntricos. Se les va animando a ser creativos porque... «después emplearemos este precioso disco para hacer algo muy chulo».

Transcurrido un rato se pone en común las ideas de todos y se procede a escribir en la pizarra la aventura que se vaya creando. Cuando esté concluida cada niño escribirá en el disco al menos una palabra de la historia, de modo que el producto final sea un cuento realmente colectivo.

La «funda» del disco la construyen los niños con plástico, corcho, papel de aluminio, etc. y la ilustran a su gusto.

  1. Cuento de colores

¿Qué os parece si hoy escribimos un cuento de colorines? Yo voy a escribir en la pizarra el principio del cuento con tiza roja. Luego continuaréis vosotros, utilizando en cada frase un color distinto. (Las frases inventadas por los niños podrán crearse de modo individual o en grupo, como deseen.)

  1. Cuento acordeón

Plegar papel en rectángulos como si fuera un acordeón. En el primer rectángulo/hoja se escribe un texto; en el segundo, un dibujo; en el tercero, un texto... Los niños irán estirando el acordeón y descubriendo el cuento.

  1. Cuento en blanco

En el maletín tengo en cuento muy extraño que me entregó un día un duende. Me dijo: «Sólo podrás leerlo si tienes imaginación». Aquí está. (Se saca un folio en blanco asegurándote de que los niños se den cuenta de que no hay nada escrito en él). Empezaré a leer yo y después seguís vosotros.(Se comienza la «lectura» de una historia inventada que enganche a los chicos. Al cabo de un rato se detiene la narración y se pide un voluntario para seguir contando. Resultará sorprendente el «morro» que le echan algunos y de las variadas reacciones de los demás.)

  1. Cuento de yogur

Se pide a los niños que al día siguiente traigan envases de yogures porque... «vamos a escribir un cuento de yogur». Se organiza al grupo de modo que unos niños traigan envase de yogur de fresa, otros de limón, otros de chocolate... Utilizando los envases como soporte escribimos entre todos un cuento de modo que previamente tengamos que clasificar: yogur de fresa, personajes; de chocolate, lugares; de limón, acciones; de coco, poderes/hechizos… El resultado de esta experiencia es alucinante.

  1. Cuento rompecocos

Se pide a los niños que recorten cuadrados de 4x4 cm. Escribimos entre todos un cuento, alternando texto y dibujo, en cada cuadrado un párrafo o dibujo. Se mezclan los cuadrados y los niños han de reconstruir la historia. Conviene guardar los cuentos en sobres porque, más adelante, pasados unos meses, cuando los niños sean un poco más maduros, podremos mezclar cuadrados de cuentos distintos y proponer su diferenciación y reconstrucción.

  1. Cuento tele

Construimos una televisión con corcho blanco, madera... Escribimos un cuento con ayuda de los niños distribuido en secuencias que sean del tamaño de la pantalla. Se irán "proyectando" las imágenes intercalando dibujos, anuncios, sonidos, efectos especiales...

  1. Cuento higiénico

Fabricamos un rollo de papel higiénico en el que los niños escribirán un cuento, por ejemploBlancanieves. De vez en cuando haremos una pausa en la narración para pegar objetos del cuento: trocitos de papel blanco como nieve, un gorro de enanito, una manzana de cartón, una escoba de bruja, la espada del príncipe...

  1. Cuento loco

Hoy recogeréis titulares de prensa y mañana escribiremos un «Cuento Loco». Con todos los titulares, mezclándolos y cambiándolos, los niños irán creando historias cortas, llenas de humor y fantasía. Ejs.: «Aumentan los enfrentamientos en Bagdad». «Raúl salvó al Madrid en Sevilla». Invención: «Raúl viajó a Bagdad y propuso a los soldados que volaran con él a Sevilla, salvándose así de las bombas enemigas».

  1. Cuento álbum

Los chavales recortan fotos, dibujos, cromos... de sus ídolos reales o de ficción. Pegan cada uno en una tarjeta escribiendo después datos biográficos, lo que le dirían si le conocieran, por qué les gusta... Pegan todas las tarjetas en un álbum con páginas transparentes –para que se pueda leer la parte trasera de cada cromo– y escriben una pequeña historia cuyos protagonistas son sus ídolos.

  1. Cuento venenoso

Leed este cuento de la pizarra, pero tened cuidado porque en él hay un peligro. Una niña va por el campo recogiendo flores; al regresar a casa se encuentra con un conejo que le advierte de un peligro: ANU ED SAL SEROLF SE ASONENEV*. El conejo ayuda a buscarla y la niña le da como premio un beso y...

Kepa Osoro

* Al revés: UNA DE LAS FLORES ES VENENOSA.
Consúltese el magnífico libro de Isabel Agüera, Curso de creatividad y lenguaje. Madrid, Narcea, 1990.


Bibliografía

Curso de creatividad y lenguaje
Agüera, I.
Narcea. Madrid. 1990

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